Hybrid Air Vehicles Ltd (HAV), diseñador de Airlander, una aeronave híbrida de bajo consumo con aplicaciones de doble uso, ha anunciado la reserva de otras tres aeronaves, lo que supone la primera reserva de aeronaves Airlander 10 destinadas a uso militar. Las tres aeronaves han sido reservadas por un innovador contratista de defensa que busca ofrecer las capacidades únicas de Airlander a sus clientes.
El Airlander 10 ha sido diseñado y, en un principio, se certificará para uso civil, pero su naturaleza versátil permite modificarlo para satisfacer las necesidades de los clientes, ya que su cabina, amplia y rápidamente reconfigurable, se adapta perfectamente a las necesidades cambiantes y dinámicas del mercado militar. Ya sea equipado con conjuntos de sensores multiespectrales para funciones de ISR, utilizando el espacio para transportar personal, material y equipo a entornos austeros, o para albergar, liberar y recuperar enjambres de drones, el Airlander ofrece nuevas posibilidades en materia de defensa.
Esto representa los tres primeros aeronaves Airlander 10 reservados en el mercado militar, procedentes de la cartera de proyectos militares de HAV, valorada en 3.700 millones de dólares.
La robusta capacidad de supervivencia y la baja vulnerabilidad del Airlander, junto con su capacidad para permanecer en el aire sin repostar hasta cinco días y operar desde cualquier superficie relativamente plana, incluida el agua, lo convierten en una plataforma capaz de desempeñar funciones que actualmente no son posibles con los aviones actuales.
Esta noticia llega en un momento en el que el panorama de la defensa está cambiando en todo el mundo. Las nuevas amenazas requieren nuevas soluciones, y el Airlander responderá directamente a las amenazas actuales y emergentes.
Caracterísitcas de las operaciones militares:
Detección elevada: es necesario reforzar las defensas antimisiles para contrarrestar el aumento de la amenaza. El Airlander transporta una carga útil de detección de más de tres toneladas, lo que permite que los radares de alta potencia permanezcan en el aire durante días, en lugar de las pocas horas actuales.
Guerra con drones y antidrones: se necesita una vigilancia aérea amplia, sofisticada y persistente, junto con la capacidad de albergar, desplegar y recuperar enjambres o redes de sensores. Airlander puede permanecer en su posición hasta cinco días proporcionando una imagen operativa común.
Patrulla y vigilancia marítima: contrarrestar la actividad submarina y las amenazas en superficie supone una gran exigencia para los limitados recursos aéreos y marítimos actuales. Airlander puede inspeccionar grandes áreas de forma rentable, distribuyendo y supervisando sensores de guerra antisubmarina, y puede constituir un nodo clave en la recopilación y distribución de información sobre amenazas.
