Se trata de la segunda generación de aeronaves “puesto de mando aéreo de control estratégico”, diseñados a partir del avión Il-80 que se entregarán ahora en diciembre al Ministerio de Defensa ruso, por la Corporación Unificada de Construcción de Equipos (CUCE).
Se les denomina «aviones del Juicio Final» ya que sirven para el despliegue operativo de tropas y cuando las redes de comunicación terrestres dejen de existir y la infraestructura en tierra quede destruida. La aeronave «garantiza el control estratégico de todo género de tropas». La nueva generación de los puestos del mando aéreos se destaca por su supervivencia, seguridad y menor consumo de energía.
El Il-80 puede acoger a bordo el mando de las Fuerzas Armadas de Rusia, el grupo de oficiales del Estado Mayor y grupo técnico responsable de equipamiento del avión. Anteriormente, se informó que la OPK comenzó el desarrollo de un mando aéreo de control estratégico de tercera generación.
Según algunos medios esas aeronaves pueden permanecer en el aire una semana con reabastecimiento en vuelo y todo el equipo a bordo, y están protegidas de los efectos de explosiones nucleares.
«El diseño del IL-80 le permite acoger al mando supremo de las Fuerzas Armadas, así como a un equipo formado por un grupo de gestión operativa integrado por oficiales del Estado Mayor y expertos en mantenimiento técnico responsables del funcionamiento del equipo especial de la aeronave. Las características técnicas del sistema permiten gestionar el Ejército de tierra, la Marina de Guerra, la Fuerza Aeroespacial y la Fuerza de Misiles Estratégicos», afirma el comunicado difundido por la Corporación.
En la contraparte, en enero de este año EE.UU. decidió modernizar por completo sus cuatro aviones E-4B Nightwatch y naves de mando y control operadas por la Fuerza Aérea.