A 70 años del primer vuelo del De Havilland Comet 1

A 70 años del primer vuelo del De Havilland Comet 1

Por José Nicolás Rodríguez | Equipo TallyHo |
El pasado 27 de junio, se conmemoraron los 70 años del primer vuelo de una aeronave que revolucionó a la industria aeronáutica mundial. La cual, a pesar de su modernidad, dejó lecciones importantes en el diseño de los reactores comerciales que vuelan hoy en día. Nos referimos al De Havilland DH-106 Comet 1.

La historia del Comet se inició en 1943, cuando se estableció en Gran Bretaña el comité Brabazon, cuya finalidad era la de investigar las necesidades y el desarrollo de la aviación civil, al finalizar la Segunda Guerra Mundial. Esto debido a la preocupación de las autoridades inglesas, sobre la posición que tendría dicho país europeo, en el área comercial. Para tal efecto, la organización sugirió el diseño y construcción de un turborreactor capaz de cruzar el Atlántico norte, denominado Brabazon Tipo IV.

El proyecto Tipo IV, fue asignado a la compañía De Havilland. A medida que avanzaron los años 40 y, tras una serie de modificaciones en el diseño, en febrero de 1947 fue bautizado con el nombre de: Comet.

Dentro de los aspectos innovadores del Comet, se destacaron: sus alas en flecha de 20°; ser propulsado por los nuevos cuatro reactores De Havilland Ghost de 5.000 libras de empuje cada uno, situados en la raíz de las alas; acomodar entre 36 a 44 pasajeros en dos cabinas presurizadas sin ruido exterior; un techo de servicio de 12.800 m (42.000 pies); un alcance de 2.400 km y volar a 460 mph.

El vuelo del primer prototipo, matrícula G-ALVG, se llevó a cabo el 27 de junio de 1949, en el antiguo aeródromo de Hatfield. A los mandos del piloto de pruebas de la De Havilland, John Cunningham. Coincidentemente, ese mismo día, fue el cumpleaños 67 del fundador de la empresa, Sir Geoffrey de Havilland.

El segundo prototipo matriculado G-ALZK, hizo su debut en 1950. Realizó más de 500 horas de vuelo, llevando en su interior a diferentes representantes de aerolíneas interesadas en el proyecto, una de ellas Qantas.

La British Overseas Airways Corporation (BOAC), adquirió diez Comet 1, y el 2 de mayo de 1952, el aparato G-ALYP, operó entre la ruta Londres-Johannesburgo. Convirtiéndose en el primer vuelo comercial a reacción.

Inmediatamente la popularidad del Comet aumentó, ya que era una forma rápida y cómoda para el viajero de movilizarse, entre ciudades distantes. Otro dato interesante a destacar fue que, durante el primer año de servicio, más de 30.000 pasajeros volaron en el. Incluso, Su Majestad la Reina Isabel II, la Reina Madre y la Princesa Margarita, realizaron un viaje especial en el novedoso jet, en junio de 1953.

Pero no tan solo BOAC utilizó el Comet. También sirvió con la Air France; Unión Aéromaritime de Transport (UAT); Canadian Pacific Airlines y la Royal Canadian Air Force, quienes adquirieron la versión 1A.

Lamentablemente, el día 10 de enero de 1954, el Comet 1 G-ALYP (Vuelo 781 de BOAC), explotó repentinamente y sus restos cayeron al Mar Mediterráneo, a 16 kilómetros al sur de la isla italiana de Elba. Fallecieron sus 29 pasajeros y 6 tripulantes.

Inmediatamente, se suspendieron los vuelos para determinar las causas. Pero el día 23 de marzo, las autoridades levantaron la restricción, esto debido a las pérdidas económicas que representó para la BOAC. A 16 días de haber sido reanudado los vuelos, el 8 de abril de 1954, el Vuelo 201 operado por South African Airways (G-ALYY), con destino a Egipto y Sudáfrica, sufrió el mismo accidente del Vuelo 781. Cayendo al Mediterráneo, a 55 kilómetros al norte de la isla italiana de Estrómboli. Fallecieron 14 pasajeros y 7 tripulantes.

A raíz de estos dos accidentes, todos los Comet fueron retirados del servicio. El primer ministro inglés, Sir Winston Churchill, encargó la investigación al Royal Aircraft Establishment. La comisión fue liderada por Sir Arnold Hall, quienes analizaron los restos y decidieron realizar diferentes evaluaciones. El más conocido fue llenar un estanque con agua, en cuyo interior, contenía uno de los Comet 1 (G-ALYU). Al llenar el estanque, también inundaron la cabina, para simular un vuelo sobre los 10.000 pies. Finalmente, el 24 de junio de 1954 y, tras un equivalente a 9.000 horas, el fuselaje se fracturó. Dejó en evidencia una grieta que se concentró sobre el fuselaje, siguiendo a las puertas y ventanillas. Luego quedó demostrado que, tras las constantes presurizaciones del fuselaje, se aceleró la fatiga del material. Llegando al punto de explotar por el cambio brusco de la presión, similar a un globo ordinario. La fatiga se Concentró principalmente en las esquinas cuadradas – en vez de redondas, sobre la cabina en una antena de cuadro ADF. También influyeron las grandes ventanillas, causantes de las trizaduras.

Luego de un tiempo, el Comet fue rediseñado hasta llegar al modelo 4. Con este último modelo, el 4 de octubre de 1958, BOAC inició los primeros servicios aéreos del mundo por un reactor comercial. Cruzando el Atlántico norte, realizando la ruta Londres-Nueva York. A pesar de todo, tuvo que luchar en ventas con sus principales competidores norteamericanos: el Boeing 707, el Douglas DC-8 y los Convair 880 y 990. Además de los modelos ingleses Vickers VC-10 y el BAC One-Eleven.

Si bien no tuvo el éxito esperado desde su creación, el Comet dejó un importante legado, no tan solo en la fabricación de los actuales aviones de transporte comercial, sino que marcó el inicio de los procedimientos modernos de investigación de los accidentes de aviación, destacando notablemente el diseño de las Cajas Negras.

Otro proyecto que derivó del Comet, fue el avión de lucha antisubmarina Hawker Siddeley Nimrod. Que prestó servicios con la Royal Air Force entre 1968-2011.

La mayoría de los Comet 1 y 1A, fueron desmantelados, incluyendo los dos prototipos. Solamente hay un sobreviviente y corresponde al ejemplar 1A, que perteneció a la Air France (F-BGNZ). Cambió su designación a 1XB y sirvió como aeronave de pruebas y lució diferentes registros, tales como: G-5-23; G-APAS y XM823. Se encuentra en exhibición en el Museo Aeronáutico de Cosford. También es posible encontrar restos o cabinas en otros lugares de Inglaterra.

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