Qantas anunció tres vuelos de ultra larga distancia de investigación para recopilar nuevos datos sobre la salud y el bienestar de los pasajeros y la tripulación. Los vuelos son parte de la planificación del Proyecto Sunrise, el cual tiene como objetivo para Qantas operar vuelos comerciales regulares sin escalas desde la costa este de Australia (Brisbane, Sydney y Melbourne) hacia Londres y Nueva York.
Los tres vuelos se realizarán en un periodo de tres meses utilizando los nuevos Boeing 787-9, que redirigirán sus vuelos programados. En lugar de volar sin pasajeros desde Seattle a Australia, el avión simulará dos rutas del Proyecto Sunrise: Londres y Nueva York a Sídney. Esto representará el primer vuelo directo del mundo realizado por una aerolínea comercial desde Nueva York a Sídney y la segunda vez que una aerolínea ha volado directamente de Londres a Sídney.
Cada vuelo tendrá un máximo de 40 personas, incluyendo la tripulación, para minimizar el peso y proporcionar el rango de combustible necesario. Las emisiones de carbono de estos vuelos se compensarán por completo. La investigación a bordo se está diseñando en asociación con el Centro Charles Perkins de la Universidad de Sydney y la Universidad de Monash, en conjunto con la Asociación de Centros de Investigación Cooperativa (CRC, por sus siglas en inglés) para la Alerta, Seguridad y Productividad.
Las personas en la cabina, en su mayoría empleados de Qantas, contarán con dispositivos de tecnología portátil y participarán en experiencias específicas durante diferentes etapas de estos vuelos, de aproximadamente 19 horas. Los científicos y expertos médicos del Centro Charles Perkins supervisarán los patrones de sueño, el consumo de alimentos y bebidas, la iluminación, el movimiento físico y el entretenimiento a bordo para evaluar el impacto en la salud, el bienestar y el reloj biológico.
Los vuelos para este fin con el avión Boeing 787-9 están programados para octubre, noviembre y diciembre.
Los investigadores de la Universidad de Monash trabajarán con los pilotos para registrar los niveles de melatonina de la tripulación antes, durante y después de los vuelos. Los pilotos usarán un dispositivo EEG (electroencefalograma) para rastrear los patrones de ondas cerebrales y monitorear el estado de alerta. El objetivo es establecer datos para ayudar a construir el patrón óptimo de trabajo y descanso para los pilotos que operan servicios de larga distancia.
El CEO del Grupo Qantas, Alan Joyce, explicó que los vuelos brindarán a los expertos médicos la oportunidad de realizar investigaciones en tiempo real, que se traducirán en beneficios para la salud y el bienestar. “Volar distancias ultra largas presenta muchas preguntas de sentido común sobre la comodidad y el bienestar de los pasajeros y la tripulación. Estos vuelos proporcionarán datos invaluables para ayudar a responderlas”. “Para los clientes, la clave será minimizar el efecto jetlag y crear un entorno para un vuelo tranquilo y placentero. Para la tripulación, se trata de utilizar la investigación científica para determinar las mejores oportunidades para potenciar el estado de alerta cuando están de servicio y maximizar el descanso durante su tiempo de inactividad en estos vuelos”. “Ninguna aerolínea ha realizado este tipo de investigación antes y utilizaremos los resultados para ayudar al diseño de la cabina, el servicio a bordo y los patrones de la tripulación para el Proyecto Sunrise. También veremos cómo podemos usar este estudio para mejorar nuestros vuelos de larga distancia ya existentes «, agregó Joyce.
Qantas ya ha recolectado datos sobre las estrategias de sueño de los pasajeros en su servicio directo Perth-Londres, y algunos de estos hallazgos iniciales se evaluarán más a fondo como parte de estos vuelos de investigación. También se evaluarán los comentarios de los clientes sobre las opciones de alimentos, las zonas separadas de estiramiento y bienestar y las alternativas de entretenimiento.
Los hallazgos que arrojen los datos de bienestar de la tripulación se compartirán con la Autoridad de Seguridad de la Aviación Civil para ayudar a informar los requisitos reglamentarios asociados con los vuelos de larga distancia. Airbus y Boeing han presentado a Qantas aviones (A350 y 777X) que son capaces de operar vuelos del Proyecto Sunrise con una carga comercial viable. Para fines de diciembre de 2019 se espera una decisión final sobre el Proyecto Sunrise, la que dependerá de la economía de la aeronave, las aprobaciones regulatorias y los acuerdos industriales.
En este sentido, Joyce comentó que: «Hay mucho entusiasmo por Sunrise, pero no tenemos aún una conclusión definitiva. En última instancia, es una decisión comercial y la economía es un aspecto relevante».
Datos de los vuelos del Proyecto Sunrise
- Los vuelos sin escalas desde Nueva York y Londres hacia Sydney tomarán alrededor de 19 horas cada uno, dependiendo de las condiciones climáticas y del viento. Los datos se utilizarán para planificar todos los vuelos de Sunrise, incluso desde Brisbane y Melbourne.
- El avión se ubicará en la fábrica de Boeing en Seattle, donde será recogido de la línea de producción por los pilotos de Qantas, y volará a sus puntos de partida en Nueva York (para dos de los vuelos) y Londres (para un vuelo). Las cabinas estarán completamente equipadas y listas para entrar al servicio comercial normal.
- Los vuelos se realizarán durante octubre, noviembre y diciembre, en línea con las entregas de aviones programadas por Boeing.
- Los vuelos tendrán a bordo hasta 40 personas (incluida la tripulación) y un mínimo de equipaje y catering para ampliar el rango del 787-9.
- Además de la tripulación, las personas en la cabina serán en su mayoría empleados de Qantas que participarán en las pruebas. No se venderán asientos, ya que estos vuelos son solo para fines de investigación.
- Después de los vuelos, cada avión entrará en servicio regular con Qantas International, con solo unas pocas millas adicionales en su uso.
- Qantas opera el mayor programa de compensación de carbono entre las aerolíneas en el mundo. Este mismo programa se utilizará para compensar todas las emisiones de carbono de estos tres vuelos.
- Ninguna aerolínea comercial ha volado directamente desde Nueva York a Australia. Qantas voló una vez sin escalas desde Londres hacia Sydney en 1989, para celebrar la entrada en servicio del Boeing 747-400.
- Ese vuelo tenía un total de 23 personas a bordo y un equipamiento interno mínimo para dar con el alcance necesario. El avión, con el registro VH-OJA, fue donado en 2017 por Qantas a la Sociedad Histórica de Restauración de Aviones cerca de Wollongong, en Nueva Gales del Sur.