El equipo Airlander, informó hace unos días que el daño estructural sufrido a la cubierta de vuelo durante su segundo vuelo de prueba en agosto pasado ya ha sido reparado. Después de esta reparación exitosa de la estructura de la cubierta de vuelo, el Airlander 10 está ahora estructuralmente completo listo para salir del hangar y reasumir el programa de pruebas de vuelo.
El principal cambio que se llevó a cabo es la incorporación de un Sistema Auxiliar de Aterrizaje (ALS) que permite a la aeronave aterrizar con seguridad con un mayor rango de actitudes que anteriormente. Éste se ha instalado delante del tren de aterrizaje principal (patines), dicho tren el cual consiste en un cojín de aire presurizado que entra en contacto con el suelo durante el aterrizaje. Además se hicieron una serie de mejoras a los sistemas de tierra para reducir la posibilidad de un fallo de equipo, como el problema con el torno de mástil de amarre que desencadenó el incidente en agosto del año pasado. También se ha modificado la aeronave para asegurar que -en caso de que la línea de amarre volviera a colgar de la aeronave de nuevo-, como lo hizo ese día, se puede recuperar para que no interfiera con el acercamiento y el aterrizaje de la aeronave.
El equipo ha analizado y revisado ampliamente los datos de telemetría y video / audio (tanto a bordo como desde el suelo), del día del accidente, lo que les ha permitido comprender cómo se comportó la aeronave con gran detalle. Se han ingresado todos los resultados de ese trabajo de nuevo en el simulador, lo que ha permitido un entrenamiento mucho más realista en condiciones normales y de emergencia para la tripulación de vuelo, lo que ayudará a gestionar una gama más amplia de posibles escenarios que antes. Esto contrinuye que la tripulación si es nuevamente sometida a responder a eventos inesperados como el acercamiento abrupto no planeado como el pasado agosto al aeródromo, que fue causado por la línea de amarre que cuelga debajo de él.
Por medio de un riguroso programa de pruebas y entrenamiento ha comenzado para prepararse para que el Airlander 10 vuelva a tomar el vuelo. «Durante este período todo el enfoque del equipo ha sido mejorar la forma en que trabajamos y la forma en que operamos el avión para que nuestra próxima etapa de vuelo alcance todos nuestros objetivos. Nuestro trabajo en este sentido se ha guiado por nuestras investigaciones, que se llevaron a cabo y revisado en línea con los estándares exhaustivos que son la norma en la industria aeroespacial», dice Tom Grundy, Director de Operaciones.