En la mañana del 30 de agosto, falleció uno de los más grandes miembros de la familia Boeing, Joe Sutter, «padre de los 747» a los 95 años. Joe Sutter, personificó un ingenio y una pasión por la excelencia que hizo de los aviones Boeing sinónimo de calidad a nivel mundial.
Graduado de la Universidad de Washington en 1943, con un grado de Bachiller en Ingeniería Aeronáutica y casado con Nancy French, se enlistó en la US Navy a bordo del destructor Edward H. Allen. Terminada la Segunda Guerra, comenzó a trabajar en Douglas Aircraft Co, para luego aceptar un trabajo por corto tiempo en Boeing en 1946.
Tempranamente en la carrera de Joe Sutter, el estuvo involucrado en muchos proyectos de aviones comerciales icónicos, incluyendo el Dash 80, su primo 707 y el 737. Sin embargo fue el 747 el que le aseguró su lugar en la historia de la aviación.
Joe Sutter, lideró el equipo de ingenieros que desarrollaron el 747 a mediados de la década del 60, haciendo asequibles los viajes internacionales y así ayudar a conectar el mundo. Su equipo junto a miles de empleados de Boeing involucrados en el proyecto, fueron conocidos como «Los Increíbles» por producir lo que sería el avión más grande del mundo en esos años en tan solo 29 meses, desde la concepción al rollout. Sigue siendo un asombroso logro y un testimonio de la determinación «increíble» de Joe Sutter.
Mucho tiempo después de que su retiro, Joe se mantuvo muy activo dentro de la empresa. Siguió sirviendo como consultor en el Commercial Airplanes Senior Advisory Group, y todavía era familiar verlo para muchos de los que trabajaban en Boeing.