95 años del primer Raid de largo alcance de la Aviación Naval de Chile

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Escuadrilla de tres Short 184 Nos 1,2,3 sobrevolando Puerto Obscuro, abajo se observan los buques: cazatorpederos «Almirante Riveros» y el transporte «Angamos» Ilustración Antonio Segovia R.

Hace ya 95 años que a las 08:30 de la mañana del 30 de agosto de 1921, se prepararon para realizar un raid aéreo en la entonces Base Aeronaval de Las Torpederas, tres hidroaviones Short 184. Si bien ya se habían realizado algunos vuelos fuera de la zona de Valparaíso, este raid tuvo gran revuelo tanto a nivel de la Armada como en los medios locales y demostró el gran valor de las unidades aéreas en apoyo de las unidades navales. Así se dispuso que se realizaría un raid para unir Valparaíso y Coquimbo en donde se encontraba la Escuadra Nacional, y luego el vuelo de vuelta.

Así ese 30 de agosto despegaron desde Las Torpederas tres hidroaviones Short 184, con tripulaciones compuestas de la siguiente manera: al mando de la escuadrilla iba el Comandante inglés James Travers, Teniente 1º Manuel Francke y Teniente 2º Luís Marín, llevando como observadores al Comandante Von Schroeders, al Piloto 3ro Alcayaga e Ingeniero 2º Lizasoaín.

Se planificó que ante la ausencia de comunicación radial entre las aeronaves y las unidades en el mar o en tierra, se utilizarían palomas mensajeras, sin embargo ninguna de ellas llegó a su destino con la información.

Se había dispuesto que dos buques al mando del Almirante Langlois, estarían en una ubicación intermedia del raid para poder actuar en caso de alguna emergencia. Esas unidades eran el transporte “Angamos” y el cazatorpederos “Almirante Riveros”, estos buques se encontraban en la localidad de Puerto Obscuro (*) distante unos 180 kms de Valparaíso.

Siendo las 10:35 de la mañana de ese 30 de agosto, los tres aviones fueron avistados por los buques Angamos y Almirante Riveros. El Almirante Langlois envió un mensaje desde el Angamos que decía: “Escuadrilla frente a Puerto Obscuro, navegando sin novedad. Buen tiempo”.

Pocas horas después a las 13:30 amaró en la bahía de Coquimbo el hidroavión Short 184, tripulado por: Teniente Marín y el Ingeniero Lizasoaín, desatando la alegría y entusiasmo de la gente ahí congregada. Se celebró con señales de sirena y pitos de los buques de la Armada.

Tensa espera
Sin embargo, no llegaban las otras dos aeronaves a las 15:00 el Almirante Gómez Carreño ordenó el zarpe de la Escuadra para iniciar la búsqueda de los dos aviones y sus tripulaciones, terminándose la jornada sin resultados positivos.

A las 06:15 de la madrugada del 31 de agosto fue avistada una de las aeronaves frente a Punta Bascuñán, el aviso fue dado por el cazatorpederos «Almirante Uribe», siendo el Short 184 tripulado por los Comandantes Travers y Von Shroeders. Se realizó el reabastecimiento del avión y este voló hacia Coquimbo. En tanto el mismo cazatorpederos «Uribe» encontró al tercer avión frente a Caleta Saúco. Lamentablemente la aeronave se había dañado por el fuerte oleaje durante la noche.

La complicación para lograr llegar al destino, fue una densa niebla que impidió el avistamiento de Coquimbo y ante la ausencia de sistemas de comunicación las tripulaciones optaron por amarar al límite de las capacidades de sus aviones Short 184.

Operaciones y retorno
Así los aviones que estuvieron en condiciones de operar realizaron diversos ejercicios con la Escuadra. Planificándose el regreso de la escuadrilla para el día 8 de septiembre, desde Coquimbo a Valparaíso, siendo recibidos con vítores y gran alegría por la gente y por los medios de prensa locales.

Sin duda una gran hazaña, realizada en frágiles aeronaves y sin ninguna ayuda a la navegación como se conocen hoy en día, ni hablar como se ha mencionado de que no habían comunicaciones de radio.

(*) Puerto Obscuro está a 55 kms al norte de Los Vilos.

Post source : Libro La Aviación Naval de Chile, Carlos Tromben

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