La aerolínea Hi Fly ha vuelto a hacer historia al aterrizar, por primera vez, un Airbus A340 en la Antártica, en la pista Wolf’s Fang Runway (WFR).
El Capitán Carlos Mirpuri y su tripulación volaron el avión de fuselaje ancho, desde Ciudad del Cabo (en Sudáfrica) al Continente Blanco y viceversa; el viaje es de 2.500 millas náuticas, volando poco más de cinco horas en cada tramo Nunca antes un A340 había aterrizado en una pista de hielo glacial azul antártico. El avión se utilizará esta temporada para llevar a un pequeño número de turistas, junto con científicos y carga esencial al Continente Blanco. El vuelo de ida tardó 5 horas 10 minutos desde Ciudad del Cabo hasta Wolf’s Fang Runway (WFR) en la Antártica. En tanto el vuelo de regreso tardó 5 horas 20 minutos.
El Hi Fly matrícula 9H-SOL es un A340-313HGW (alto peso bruto) con un peso máximo de despegue de 275 toneladas. Para este primer vuelo el avión iba cargado con 77 toneladas de combustible. Es un avión que cumple siempre. Altamente confiable, cómodo, con un excelente historial de seguridad, el avión fue cuidadosamente elegido para operar bien en este entorno extremo. Su rango excepcional y redundancia de 4 motores también lo hace ideal para este tipo de operación remota.
Aterrizando en Wolf’s Fang Runway
Una pista de hielo glacial azul es dura. Puede soportar un avión pesado encima. Su profundidad es de 1,4 kms de hielo libre de aire duro. La siguiente cosa importante es que cuanto más fría, mejor. Las «estrías» de la pista se realizan a lo largo de esta con un equipo especial, y después de la limpieza y el estriado obtenemos un coeficiente de frenado adecuado; la pista tiene 3.000 metros de largo, aterrizar y detener un A340 tan pesado de ese aeródromo no sería un problema. Al menos no en papel, ya que nunca antes un A340 aterrizó en hielo glacial azul.
No es fácil divisar la pista, pero en un momento tenemos que verla, ya que no existe absolutamente ninguna ayuda para la navegación en WFR y desde alrededor de 20 millas debemos estar en contacto visual.
Para la aproximación el reflejo es tremendo y los anteojos adecuados le ayudan a ajustar sus ojos entre la vista exterior y la instrumentación. El piloto que no vuela tiene un papel importante en la realización de las llamadas habituales y adicionales, especialmente en las últimas etapas de la maniobra.
La escala en la pista de la Antártica tomó menos de las tres horas inicialmente planeadas, con Operaciones de Vuelo, Operaciones Terrestres y Mantenimiento haciendo un trabajo impecable.
Según indicó la compañía los primeros dos vuelos a la Antártica serán principalmente para establecer una base de operaciones en Wolf’s Fang Runway para luego tener operativa la ruta durante la temporada de verano 2021-2022.