Por José Nicolás Rodríguez | Colaborador Tallyho |
Con fecha, 1 de octubre de 1976, inician sus operaciones los modernos helicópteros BO-105 en la Prefectura Aeropolicial de Carabineros de Chile, aeronaves de ala rotatoria que marcaron un hito en la aviación institucional.
Durante el periodo 1969-1976, Carabineros de Chile contaba con material del tipo Hughes 300C y Fairchild Hiller FH-1100, los cuales se caracterizaron por ser los primeros helicópteros policiales del país y que fueron de gran utilidad en el quehacer institucional como así también en ayudar a la comunidad en desastres naturales. Estos helicópteros eran bastante limitados en cuanto a su capacidad interior y velocidad. Por esta razón el servicio de emergencia de la institución se vió en la necesidad de renovar de manera urgente aquel material de vuelo, debido a que era evidente contar con un moderno sistema de rescate aeromédico, que fuera capaz de llegar en pocos minutos al lugar del accidente y dar atención en el vuelo al lesionado durante su traslado al centro asistencial más cercano.
Fue así que la institución, a principios de 1976, adquirió a la fábrica Alemana Messerschmitt-Bölkow-Blohm (MBB), un total de seis BO-105C, los que posteriormente fueron actualizados a la versión CB. Las cualidades que ofrecía dicha máquina de MBB eran las siguientes: capacidad para cuatro pasajeros más piloto; un completo panel para vuelos IFR; realizar atención a los pacientes en su interior y de manera cómoda, velocidad de 270 km/h y el estar propulsado por dos turbinas Allinson 250 C-20B de 420shp. Además disponía de un acceso por su parte trasera, lo que facilitaba el ingreso de camillas y de tener puertas corredizas a cada costado.
Para tal efecto, se comisionaron a tres pilotos y siete mecánicos, quienes fueron enviados a la sede de MBB, en Ottubrunn, München, Alemania. Cuya finalidad era realizar cursos de adaptación, operación y mantenimiento de las nuevas máquinas. Integraron el curso de pilotos los Capitanes Luis Godoy Rodríguez y Ricardo Estrada Vargas. Además del Teniente Héctor Yianatos Martínez. Mientras que el curso de mecánicos estuvo compuesto por: el Capitán Luis Pulgar Fuentes (jefe de la delegación); los Suboficiales Mayores Carlos Briceño Muñoz y Alejandro Flores Grandón; el Sargento 2° Osvaldo Alarcón Fuentes y los Cabos 1° Rodolfo Pardo Roa, Javier Gaete Suárez y José Gutiérrez Torres. Ambos cursos tuvieron una duración de 30 días, a partir del 3 de mayo (pilotos) y 17 de mayo (mecánicos).
Durante el mes de julio de 1976, comenzaron a llegar los BO-105 a nuestro país. Los cuales fueron ensamblados en el Centro de Mantenimiento de la Prefectura, en el Aeródromo Tobalaba, por el personal institucional y con la asistencia de técnicos de la MBB.
Fue así que a partir del 1 de octubre de 1976, comienzan a prestar servicios los flamantes BO-105CB, siendo registrados con la nueva matrícula institucional: C-09, C-10, C-11, C-12, C-13 y C-14.
Una de las primeras misiones encargadas fue la de realizar patrullajes diarios a las distintas carreteras de acceso al área Metropolitana. Además se dispone que las Radiopatrullas y Fuerzas Especiales actúen en coordinación con ellos. También se establece que los Pilotos, Médicos y Prácticos en Primeros Auxilios de dotación de la Prefectura Aeropolicial, aprendan nuevas técnicas en «Rescate Aeromédico». Lo que significó prestar atención médica a los lesionados o heridos, dentro de los primeros siete minutos de ocurrido el accidente. Todo esto aprendido gracias a las experiencias de la Policía Alemana del Estado de Baviera y la ADAC, Katastrophenschutz.
Estas aeronaves, durante los años 70, 80 y 90, participaron en diferentes acciones en ayuda a la comunidad. Una de ellas fue el rescate de 29 personas que se encontraban atrapadas en la azotea de la Torre Santa María, ocurrido el 21 de marzo de 1981. Donde participaron los helicópteros C-13, a los mandos de los Tenientes Juan Carlos Oliveros y Luis Malagueño, y C-14, a los mandos del Mayor Luis Godoy Rodríguez y del Capitán Jorge Mora Cortés. Con dicho rescate, quedó demostrado lo eficaz que era la máquina. Otras acciones recordadas fueron para los temporales de 1982 y 1986, que afectaron a la zona centro-sur del país y el aluvión de la Quebrada de Macul, en 1993. Otros rescates se desarrollaron en ríos, lagunas, playas, carreteras y alta montaña.
A finales de 1981, se agrega un séptimo aparato, el cual fue registrado como C-16. Siendo el único de su tipo actualmente en servicio. A mediados de 1983, es adquirido un segundo C-12, que reemplazó a un aparato similar accidentado en 1982.
Tras 22 años de servicio, en 1998, es retirado del servicio el BO-105CB, matrícula C-10 y en 2002 el C-11. Los cuales fueron adquiridos por empresas civiles en nuestro país, siendo registrados CC-PEX y CC-CWI, respectivamente. El resto de las máquinas lamentablemente se perdieron en accidentes, algunos de ellos de carácter grave, mientras cumplían con su deber.
Posteriormente la flota se ve incrementada con nuevas versiones (CBS y LS), los cuales hasta el día de hoy prestan servicios en las diferentes secciones aéreas del país.
En la actualidad y a modo de recuerdo, hay uno de estos aparatos preservado a la entrada de la Prefectura Aérea, en el aeródromo Eulogio Sánchez Errázuriz – Tobalaba. Corresponde al segundo C-12 y fue restaurado con los colores originales utilizados entre 1976-1999, similar a los utilizados por la Policía Alemana. Curiosamente tiene matrícula ficticia C-01.
