Al crear la cabina del caza multifuncional Su-57 de quinta generación, producido en serie por United Aircraft Corporation, los diseñadores procuraron desarrollar sistemas que proporcionaran al piloto las condiciones más óptimas para su operación.
«La automatización, la integración de la información y el apoyo intelectual son los requisitos que definen la ergonomía de la cabina de un caza moderno», dijo Nikita Dorofeev, director del Sukhoi Design Bureau (parte de UAC), en una entrevista con la revista corporativa UAC Horizons.
Según él, el Su-57 ha logrado la máxima automatización del uso de pilotaje y combate «de rutina». Gracias a ella, fue posible crear un solo caza multifuncional. “Teóricamente, después del despegue y hasta el momento del aterrizaje, un piloto puede no volar en absoluto, sino buscar y atacar objetivos. Además, este proceso también está bastante automatizado”, explicó Nikita Dorofeev.
La integración de información proveniente de diferentes fuentes se ha convertido en un requisito necesario debido al gran volumen de información entrante y las estrictas restricciones geométricas de la cabina de un caza monoplaza. Teniendo en cuenta los requisitos detrás de la vista de la cabina y asegurando el alcance de los controles en la cabina de cualquier caza, el área posible de las pantallas indicadoras es limitada. El caza está equipado con indicadores multifuncionales que pueden proporcionar al piloto una gran cantidad de información, tanto sobre la situación táctica como sobre el funcionamiento de los sistemas de la aeronave. Por lo tanto, toda la información contenida en ellos debía combinarse en función de la etapa del vuelo y la tarea a realizar. Esto hizo posible mostrar al piloto solo esa parte de la información que se necesita en este momento.
La tecnología de soporte intelectual proporciona al piloto del Su-57 asistencia en la resolución de problemas, teniendo en cuenta la situación actual y el pronóstico de su desarrollo.
“Nuestra tarea es hacer que el piloto sea consciente de la situación, para que sepa lo que está haciendo el avión. Se necesita un equilibrio: por un lado, un alto nivel de automatización, que permita al sistema ‘hombre-máquina’ resolver con éxito las tareas asignadas, y por otro, el piloto debe controlar el proceso, entender en qué modo se está operando, cómo funcionan los sistemas y qué sucederá después”, cree Nikita Dorofeev.