¿Viajar en un jet privado parece algo complejo o lejano? La apuesta de la empresa de movilidad aérea Flapper, quien lanzó oficialmente sus operaciones en Chile a finales del año pasado, es acercar y simplificar la aviación privada a más personas y estimular un nuevo segmento de viajeros.
La compañía Flapper, liderada por su CEO Paul Malicki, se especializa en el arriendo de vuelos privados de tipo chárter en toda la región y, a partir de marzo, comenzó a ofrecer vuelos ejecutivos de un solo tramo a diversas rutas en el país y exterior, especialmente en aquellas donde la aviación comercial no llega. En Chile existen más de 350 aeródromos y helipuertos habilitados para volar y la aviación comercial tan solo llega a menos del 5% de ellos.
La empresa brasileña de movilidad aérea, lanzada en el país a finales de 2020, comenzó a ofrecer vuelos ejecutivos a diversos destinos y una nueva modalidad de viaje denominada “Empty legs”.
Con rangos de precios que van desde US$ 179 en un vuelo desde Santiago a Panguipulli, a Pucón por US$ 259, y desde la capital a Lima por US$ 369 o hasta Miami a US$ 2.199, son algunas de las rutas y precios que han sido comercializadas. Hasta ahora ya han ofrecido más de 20 vuelos de este tipo, denominados Empty Legs en inglés, o tramos vacíos. Se hacen disponibles durante la reposición de un avión, el cual vuela sin pasajeros para comenzar su próxima ruta o simplemente se dispone a volver a su base. Ese tramo vacío es aquel que se comercializa a precios muy bajos, incluso a un 60% menos y también se puede hacer en helicóptero.
Felipe Simões, Country Manager de Flapper en Chile, asegura que este modelo es muy común en la industria internacional, el cual brinda la oportunidad de viajar en un jet ejecutivo pagando precio de premium economy de una aerolínea comercial tradicional, con todas las comodidades que diferencian a este segmento; desde discreción, embarque exclusivo en solo 15 minutos, hasta ofrecer una aeronave completamente a disposición de los clientes.
“Es una gran oportunidad para probar la aviación ejecutiva y experimentar realmente qué la diferencia de los otros medios de transporte, y todo a un precio al alcance. El modelo se hace virtuoso para todos en la cadena de valor. El operador logra generar ingresos incrementales para sus vuelos chárter, las agencias de viajes acceden a un producto que antes no estaba disponible para comercializar y el cliente logra viajar a lugares mucho más cerca de su destino final con un producto superior a un vuelo comercial”.
Continúa Simões, “Invitamos a que cada vez más operadores se sumen a este proyecto, sin lo cual no sería posible ampliar este negocio. Más adelante, estaremos organizando una capacitación para que los agentes de viajes conozcan más de este y otros productos”.
Cómo es viajar en un jet privado durante la pandemia
La aviación ejecutiva ha sido el segmento de transporte menos impactado por la pandemia a nivel internacional debido a su flexibilidad y a la seguridad que le brinda a sus pasajeros, con una baja de tan solo 11% a nivel global a febrero de este año, como lo reportó la compañía de datos WINGX. Su contraparte comercial bajó un 50% en el mismo periodo, aunque algunos países, incluido Brasil, registraron un crecimiento positivo en el número de vuelos, con el número total de operaciones en 2020 aumentando un 6% versus el año anterior, según el DECEA (Departamento de Control del Espacio Aéreo de Brasil).
La razón que explica los datos es que existe 30 veces menor probabilidad de contagiarse de coronavirus en un avión ejecutivo que en un vuelo comercial, ya que los puntos de contacto, desde la llegada al terminal privado, pasando por el embarque, el vuelo y el desembarque, son solamente 20 en comparación a las 600 áreas de contacto en el proceso de un vuelo comercial. Este hecho ha aumentado el número de pasajeros nuevos en la aviación ejecutiva, quienes buscan una opción segura y libre de contagios para movilizarse por negocios o vacaciones.