Por José Nicolás Rodríguez | Equipo TallyHo |
El día 03 de enero del 2018, se cumplieron 100 años del lamentable fallecimiento del connotado aviador del ejército y primer director de la antigua Escuela Militar de Aeronáutica, actual Escuela de Aviación de la Fuerza Aérea de Chile, don Manuel Ávalos Prado.
El Capitán Ávalos nació en Santiago, el día 02 de agosto de 1886. Fue sobrino y ahijado del General de Ejército, Arístides Pinto, jefe del Estado Mayor General e impulsor de la Aeronáutica Militar nacional.
En 1904 egresó de la Escuela Militar, con el grado de Alférez en el arma de Artillería, siendo transferido al Regimiento Miraflores. En 1907, obtuvo el grado de teniente 1° y al año siguiente fue nombrado alumno de la Escuela de Caballería.
Durante 1911, fue comisionado a Francia, donde aprende el arte de volar en diferentes escuelas de vuelo, tales como: la de Louis Bleriot y del distinguido aviador chileno José Luis Sánchez Besa. Junto al teniente Armando Molina Lavín, fueron los primeros aviadores militares chilenos titulados en dicho país.
De regreso a Chile, en 1913, le correspondió asumir como Director Técnico de la Escuela de Aeronáutica Militar, creada bajo Decreto Supremo N°187, el 11 de febrero de 1913. Desde aquel momento supo llevar el mando de aquel instituto, transmitiendo todo lo aprendido en Europa a los nuevos oficiales del aire.
Es importante resaltar que, el día 07 de marzo de 1913, el Capitán Ávalos realizó el primer vuelo de un avión militar chileno, un Bleriot de 35HP, bautizado con el nombre de Chile. Dicho acontecimiento se realizó desde la antigua Cancha de aterrizaje de Lo Espejo, actual Base Aérea El Bosque.
Lamentablemente, a finales de 1918, una terrible enfermedad se interpondría en su carrera profesional.
Con motivo del gran festejo realizado en Santiago, para recibir a Dagoberto Godoy proveniente desde Mendoza, tras haber cruzado la Cordillera de Los Andes. El Capitán Ávalos se contagió de Tifus-Exantemático, enfermedad que por aquellos años causó estragos en Santiago.
Tras haber sido internado en el Hospital Alemán de Santiago y, de luchar con un cuadro de fiebre alta, falleció en la mañana del 03 de enero de 1919, con tan solo 34 años.
Su prematuro deceso quedó en la retina de todos sus camaradas aviadores, ya que Chile había perdido a uno de los precursores de la aeronáutica nacional.
El día 04 de enero de 1919, pasada las 10:00 am, se realizó su funeral en el Cementerio Católico de Santiago (Recoleta). En la ceremonia fúnebre, estuvo acompañado por una delegación del Regimiento Maturana; de la Escuela de Aeronáutica Militar; autoridades del gobierno; familiares y amigos. Antes de ser sepultado en la bóveda familiar, hizo uso de la palabra el general Carlos Hurtado Wilson, jefe del Estado Mayor General, (repartición a la cual Ávalos se le había destinado pocos días antes de su muerte). Además de los capitanes Aníbal González y Arturo Fuentes, en nombre de los alumnos de la Academia de Guerra; el teniente Dagoberto Godoy, en representación de los aviadores militares; Juan Gálvez, por el Aero Club de Chile y Clodomiro Figueroa, quien el 1° de enero de 1919 realizó el primer correo aéreo entre Santiago y Valparaíso.
En el momento en que el féretro era conducido hacia su nicho, la batería del Regimiento Maturana hizo las salvas correspondientes. Acto seguido, una aeronave de la Escuela de Aeronáutica Militar, piloteada por el teniente Darío Aguirre, sobrevoló el lugar lanzando flores.
Con el paso de los años, la antigua Escuela de Aeronáutica Militar, después de haber sido denominada Escuela de Aviación con la creación de la Fuerza Aérea, fue bautizada en diciembre de 1944 con su actual nombre Capitán Manuel Ávalos Prado, en honor a su primer director.
En la actualidad, los restos del Capitán Ávalos descansan en el Mausoleo N°1 de la Fuerza Aérea de Chile, ubicado en el Cementerio General de Santiago. Mientras que, en el Cementerio Católico, es posible encontrar en la bóveda familiar, una placa de bronce con el nombre del Capitán Manuel Ávalos Prado, indicando su antiguo lugar de descanso. El cual, hace ya 100 años, fue testigo de la despedida de este destacado aviador militar.
TallyHo agradece la colaboración de don Arnoldo Díaz, encargado del Mausoleo N°1 de la Fuerza Aérea de Chile y del personal de los Cementerios Católico y General de Santiago, quien dieron las facilidades para elaborar este reportaje.
