La aerolínea Alitalia, en los últimos días ha estado realizando diversas gestiones para enfrentar la crisis financiera por la que atraviesa, sin embargo el voto negativo obtebido como resultado del referéndum entre los empleados, ha determinado la imposibilidad de implementar el relanzamiento y reestructuración de la Compañía.
La reunión de accionistas de Alitalia, convocada el día 2 de mayo, señaló un profundo pesar por la negativa. Los accionistas italianos y Etihad, basados en el fuerte crecimiento potencial de la empresa y en un plan industrial que incluía una reducción de costes estructurales de los que dos tercios no estaban relacionados con los costes laborales, se comprometieron a recapitalizar y financiar el plan con 2.000 millones de euros.
Este compromiso estaba sujeto a un acuerdo con los sindicatos, que fue rechazado por los empleados en un referéndum. La propuesta implicaba 1.700 despidos y un recorte salarial del 20% , lo que por contraparte implicaría la inyección de los 2.000 millones de euros.
El Consejo de Administración, convocado después de la asamblea de accionistas, habiendo reconocido la grave situación económica y financiera de la Sociedad, de la indisponibilidad de los accionistas para refinanciar, y de la imposibilidad de encontrar en un corto período de tiempo una alternativa, ha decidido por unanimidad, proceder a la presentación de la «amministrazione straordinaria» (administración extraordinaria) en cumplimiento de la ley italiana. Este procedimiento implica que que uno o más comisionados extraordinarios sean nombrados próximamente por el Ministerio de Desarrollo Económico de Italia, y gestionarán la compañía. En virtud de este proceso legislativo, la empresa también va a presentar al Tribunale de Civitavecchia toda la documentación de acuerdo con las disposiciones de la ley.
Por lo pronto el programa de vuelos de Alitalia seguirá funcionando según lo previsto, así como la venta de pasajes.
