Reinauguración Aeródromo Carlos del Campo Rivera de Linares

Reinauguración Aeródromo Carlos del Campo Rivera de Linares

El pasado 5 de diciembre, con la presencia del Intendente de la Región del Maule Juan Eduardo Prieto, se realizó la ceremonia de reinauguración -del ahora bautizado como- aeródromo Carlos del Campo Rivera de Linares. Además se contó con la presencia del seremi Enrique Gómez, en calidad de Gobernador (s) de la Provincia de Linares, del Alcalde de Linares Mario Meza, el Director Regional CONAF Maule Marcelo Mena e integrantes del Club Aéreo de Linares.

Este aeródromo estuvo cerrado por varios años luego de un constante deterioro de la infraestructura. Esta situación motivó a que trabajaran en conjunto tanto el Club Aéreo de Linares, como la Municipalidad, el MOP y la Dirección de Aeropuertos.

Los trabajos inicialmente consistieron en realizar un despeje de la zona del aeródromo, continuando por la obra más importante que fue la pavimentación de la pista de 860 metros que antes era de tierra, mejorando sustancialmente la seguridad en las operaciones aéreas. Además se procedió a realizar un cierre perimetral para todo el aeródromo aspecto no menor ya que al no estar cerrado podían ingresar personas o animales a las áreas de operación de aeronaves con todos los riesgos que ello implica.

Así tras tres décadas la ciudad de Linares retoma una conectividad aérea muy necesaria tanto para aspectos de emergencia sanitaria, como para combate de Incendios Forestales así como la actividad Turística, que ahora contarán con un aeródromo seguro.

Los trabajos se habían iniciado en el mes de noviembre del 2019 y tuvieron un costo de 842 millones de pesos.

Antecedentes históricos del origen del aeródromo
A continuación publicamos la historia del origen del Aeródromo y quien fuera su más entusiasta gestor, Don Carlos del Campo Rivera. La recopilación histórica es fruto del trabajo del Historiador Don Jaime González Colville, quien es miembro de la Academia Chilena de la Historia.

Conociendo a don Carlos del Campo Rivera[1]
Carlos Alberto del Campo Rivera, nacido en Talca el 26 de agosto de 1899, profundamente vinculado a familias linarenses. Hizo estudios en el Instituto Nacional y luego siguió agronomía en la Universidad de Chile. Siendo muy joven, según refirió al investigador linarense Julio Chacón del Campo, se sintió impactado por la suerte seguida por el aviador Alejandro Bello Silva y su misterioso desaparecimiento mientras volaba hacia Santiago en marzo de 1914, lo cual motivo su pasión por los aviones.

Perteneció al Club Aéreo de Santiago, al igual que su coterráneo Onofre Lillo. Su participación en ese organismo fue sido determinante: cuando el filántropo norteamericano Daniel Guggenheim donó los terrenos para el aeropuerto de Los Cerrillos, en 1928, consiguiendo que el Presidente Ibáñez cediera al Club una faja de terreno en el sector sur poniente, donde se levantaron dos hangares.

En agosto de 1937 las autoridades de este organismo comunicaron la invitación de la federación aérea de Lima para concurrir a un encuentro internacional de aviación. Ambos linarenses aceptaron asistir.  Cuando se les indicaba la mejor manera de transportar al avión, Del Campo manifestó que harían el viaje por aire.

Para este efecto tenía un aparato biplaza, de marca KLEMM L 25 1B, de ala baja y gran maniobrabilidad, aunque su cabina era abierta, o sea los pilotos no tenían protección durante el vuelo.

En esta ocasión se rendiría homenaje al legendario aviador franco peruano Jorge Chávez Dartnell (emparentado con la familia Dartnell Encina de Linares), fallecido trágicamente a los 23 años en Los Alpes el 27 de septiembre de 1910, cuando intentaba cruzar esa montaña en un aparato monoplaza Ried-Brig.

Don Carlos del Campo Rivera

El viaje, desde luego, no estaba exento de riesgos: eran necesarias al menos cuatro escalas. Los improvisados aeródromos carecían de elementos de comunicación de calidad, además que los aparatos de navegación de la máquina eran, de igual forma rudimentarios. Las autoridades de aviación, tras diversos exámenes del plan de vuelo, otorgaron la autorización, no sin antes advertirles que en largos trayectos sobre el desierto estarían sin comunicación alguna.

El 17 de septiembre de 1937, a las siete de la mañana, ambos despegaron desde el aeródromo aledaño a Los Cerrillos y enfilaron hacia el norte, llegando pasado el mediodía hasta Antofagasta sin problemas, donde pernoctaron y recargaron combustible.

Al día siguiente levantaron vuelo en dirección a Arica, arribando en medio de una espesa neblina, que no obstante, les permitió ubicar la cancha de aterrizaje.

La última etapa debía ser hasta Arequipa, pero alrededor del mediodía, el viento cordillerano, conocido como Paracá, los sorprendió con las fuerza de sus ráfagas, haciendo casi incontrolable al aparato, que se debatía con escaso control entre nubes de polvo. Resolvieron un aterrizaje forzoso y, absolutamente sin brújula, buscaron un campo donde posarse, logrando tocar tierra sin daños para la máquina. Los habitantes del sector les ofrecieron ayuda y ahí supieron que estaban en Palpa, a unos cuatrocientos kilómetros al sur de Lima. Tras obtener, no sin dificultades, el combustible mínimo para seguir, despegaron para aterrizar en el aeródromo de Limatampo, cerca de Lima.

Los representantes de los diversos países, se asombraron del largo vuelo efectuado, – unos cinco mil quinientos kilómetros – además de haber desafiado las turbulencias de la sierra peruana en un frágil aparato.

Tras representar dignamente a nuestro país, Carlos Del Campo Rivera y Onofre Lillo regresaron de igual forma a Santiago, aterrizando sin problemas.

El Club Aéreo de Linares
La aviación  civil de Linares tiene los primeros antecedentes en la hazaña de don Carlos del Campo Rivera, quien el 17 de septiembre de 1937 despegó desde Santiago en un avión Klemm junto a Onofre Lillo, para dirigirse a Lima  participar en la Conferencia Interamericana de Aviación. El vuelo tiene escalas en Antofagasta, Arica, Arequipa, Pisco y Lima, recorriendo 5500 kilómetros hasta posarse en el aeródromo de Limatambo.[2]

Por esos días se inician las gestiones para crear en Linares un Club Aéreo, siendo Carlos del Campo una de las figuras principales en ese afán[3], en el que poco creían.

Ya con esta idea definida, Del Campo viajó a Europa para traer un aparato que le permitiera utilizarlo para turismo.

En 1944, editorialmente, El Heraldo de Linares[4] destacaba que se efectuaban las primeras diligencias para fundar un Club Aéreo en la ciudad. Por esos días se constituyó la directiva provisoria, pero se exhortaba a las autoridades a ser parte de esta institución.

El directorio fue el siguiente:
Presidente: Carlos del Campo Rivera
Vicepresidente: Alejandro Vivanco Sepúlveda
Secretario: Eduardo Lenox-Robertson
Prosecretario: Ricardo Haz
Tesorero: Juan Ramírez
Protesorero: Pedro Val Calvo
Directores: Hugo Baeza y Rene Laulié

Aeródromo
Una de las preocupaciones primordiales era contar con un avión y, desde luego, un aeródromo, aun cuando el fundo Soledad, de propiedad de la Escuela de Artillería tenía un pequeño campo de aterrizaje habilitado, pero pese a la buena disposición de la dirección de este organismo, no reunía las condiciones requeridas.

No obstante, el Director del  instituto castrense Coronel Albero Briceño, se encargó de lograr la venida a Linares de un Oficial de la Fuerza Aérea con un aparato, a fin de realizar demostraciones a la ciudadanía del vuelo y otros usos de la aviación.

El Club Aéreo, en las gestiones legales, actuó con premura y obtuvo la personería jurídica en 1944, denominado Corporación Club Aéreo de Linares.[5]

En 1945, se intensificas las gestiones para lograr contar con un terreno para pista de aterrizaje. Se propone un terreno al poniente de Linares, pero es desechado, por cuanto el aterrizaje debe ser de sur a norte o viceversa, lo cual no se obtenía en el campo propuesto.

La destinación de un avión para Linares
En abril de 1945 el gobierno informa que se han adquirido 89 aviones Fairchild, para destinarlos a los distintos clubes aéreos del país, legalmente organizados. Linares postula y es aceptado con el envío de una máquina. A la llegada a Santiago, en septiembre de 1945, Carlos del Campo viaja a examinar el aparato el cual sólo tiene 35 horas de vuelo. Se informa que llegaría a Linares antes de fin de año. El avión arriba al fundo Soledad el 6 de diciembre de 1945, pilotado por el Gerente de la Compañía Chilena de Aviación Juan Muñoz.

Es recibido oficialmente y bendecido en el aeródromo de Panimávida el 30 de diciembre de ese año. Imparte el Sacramento el Obispo Monseñor Roberto Moreira e intervienen con  un discurso el Presidente del Club Carlos Rivera.  Es madrina doña María de Luz Correa de Del Campo, quien rompe una botella de champaña contra la rueda del aparato.[6] Más de treinta aparatos de clubes vecinos concurren a Panimávida para efectuar vuelos populares, causando gran expectación en la población, que por primera vez tiene opción de ver de cerca estas máquinas.

Adquisición del terreno para campo de aterrizaje
En julio de 1946, merced a gestiones  del Alcalde Juan Camalez y del Intendente Juan del Villar, se logró adquirir un terreno al oriente de Linares y distante cuatro kilómetros de la ciudad, en el sector de San Antonio. La venta la hace la Sociedad Periodística y de Rentas El Sur y compra el municipio para cederlo a perpetuidad al Club Aéreo de Linares.[i]

Poco después el predio es visitado por el Ministro de Defensa General Arnoldo Carrasco, quien ofrece la concurrencia de técnicos norteamericanos de aviación para supervisar los aspectos técnicos. Además, dispone que cuando el aeródromo reúna las condiciones, un avión de LAN Chile viajara a Linares para efectuar un aterrizaje de aviación

De  igual manera, la Dirección de Aeronáutica emite un informe favorable para el nuevo campo de aterrizaje.

Primer aterrizaje del avión Fairchild
La pista quedó dispuesta en poco tiempo y con intensos trabajos. Tenía un largo de 800 metros y 100 metros de ancho.

El 29 de septiembre el avión Fairchild CC KIB de Linares despegó desde Panimávida pilotado por Carlos del Campo Rivera y aterrizo minutos después en San Antonio sin problemas. Luego, lo hicieron, pilotando la misma máquina, los socios  Arnoldo Conde, Mario Letelier,  Pedro Val,  Claudio Camerati y Eduardo Lenox.

Al día siguiente, aterrizó en la pista el Comandante de la FACH Eduardo Muñoz Cortez Monroy, en un aparato North Americat, quien al descender felicitó a los socios del Club, y al Municipio por el campo logrado.

El 3 de octubre se posó en la pista un avión de la Misión Norteamericana – en plan de inspección a pedido del Gobierno – quien efectuó la maniobra sin contratiempos.

En oficio enviad por el Ministro de Defensa General Arnoldo Carrasco al Alcalde Camalez, le expresa que una vez que la Misión Norteamericana emita su informe, el aeródromo de Linares quedaría considerado como campo de emergencia para el tráfico internacional.[7]

Una de la medidas inmediatas a tomar, fue construir un camino recto y en venas condiciones desde Linares a San Antonio.

Primeros alumnos
Con nueve alumnos partió el Club Aéreo de Linares para formar pilotos, en enero de 1947. Fueron ellos, Juan Pablo Rojas Donoso, Sebastián Barja Blanco,  Arnoldo Conde Pleguezuelos, Pedro Val Calvo, Mario Letelier Donoso, Claudio Camerati, Eduardo Lenox Robertson, y Mario Bustamante del Campo. Las clases son dictadas por los pilotos de la FACH, tenientes Augusto Wiegand H. y Manuel Villalobos.[8] Todos ellos obtuvieron su brevet de piloto el 25 de febrero de 1947, tras ser examinados por una comisión integrada por el General de la FACH Eduardo Muñoz Cortes Monroy y tres oficiales.

La nueva directiva
Cumplidos los tramites de rigor y alcanzados los objetivos descritos, el Club Aéreo de Linares eligió su Directiva definitiva, quedando de la siguiente forma:

Presidente Carlos del Campo Rivera
Vicepresidente: Juan Ramírez González
Secretario Eduardo Lenox Robertson
Prosecretario: Fernando Blanco Lillo
Tesorero: Hernán Martínez.
Directores: Pedro Val Calvo y Alberto Camalez
Delegado ante el Club Aéreo de Chile fue designado Carlos del Campo Rivera.

Avión de Lan
El 13 de abril de 1948 aterrizó en San Antonio un aparato de pasajeros de LAN, trayendo al Consejero de esa institución y ex intendente de Linares Juan del Villar, el cual efectuó el proceso sin problemas.

Carlos del Campo Rivera falleció en 1957. En 1941 había casado con doña Luz Correa Fernández, uno de cuyos hijo casó con la cantante Gloria Simoneti, enlace del que nació en actual sacerdote jesuita Cristian del Campo Simoneti, quien bendijo el aeródromo de Linares en fecha reciente, junto al Obispo de esa diócesis Tomislav Kolyatic.[9]


[1]Del libro: González Colville, Jaime, 1947-.:
Historia de Linares /Jaime González Colville.
[Chile] : Corporación Municipal de Linares, 2018 (Talca, [Chile] : Gutenberg)
786 páginas : ilustraciones, retratos, facsímiles ; 26 cm
[2] Debió efectuar un aterrizaje forzoso en medio de una tormenta de viento y arena, en un lugar en las cercanías de la última escala peruana. En Lima Del Campo representó al Club Aéreo de Chile en el homenaje al aviador peruano Jorge Chávez, muerto trágicamente en Italia al estrellarse su avión en 1910 cuando intentaba trasponer Los Alpes.
[3] En 1938 fue distinguido por el Club Aéreo de Chile como el piloto del año.
[4] El Heraldo, Linares 6 de junio de 1944.
[5] SE hace notar que el Club Aerobio de  Talca aun no adquiría su personería jurídica.
[6] El avión se incorporó a la normativa aérea chilena con la sigla CC KIB
[i] El Heraldo, Linares 28 de julio de 1946. Las escrituras definitivas se firmaron el 6 enero de 1947 ante el notario Hernández Young
[7] En esa época, los aviones de pasajeros de LAN Chile eran los DC 3 (internos) de dos hélices y los DC 6 (vuelos internacionales) de cuatro. Los primeros podía aterrizar en el campo de San Antonio.
[8]El Heraldo, Linares 2 de febrero de 1947. Se recuera que el bautizo es lanzar al piloto a una poza con barro, para que recuerde que pertenece a la tierra y volar es solo un acto pasajero.
[9] Cupo al autor de estas líneas sugerir el nombre del aviador Carlos del Campo Rivera al aeródromo en mención, exponer su obra en bien de las alas chilenas en el Concejo Municipal y ubicar al Padre Del Campo para que las autoridades locales lo invitaran a la ceremonia.


TallyHo agradece toda la información que nos entregó Don Jaime González Colville, quien gentilmente nos envió rápidamente para poder realizar este artículo.

Post source : MOP Maule / Seremi Maule / Dirección de Aeropuertos / Bienes Nacionales Maule

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