Dos pilotos argentinos Samuel Volpin y Nicolás Cambiagno, quienes vuelan un clásico Cessna 140 del año 1946, apodado “El Canario” matrícula LV-NFP, han iniciado el 10 de junio, desde Bahía Blanca, Argentina, una aventura que los llevará a través de casi toda América. Con el fin de asistir al famoso evento Airventure Oshkosh, en los Estados Unidos. Mientras están en Chile, TallyHo contactó, a los protagonistas de esta travesía que han denominado “Uniendo las Américas, camino a Oshkosh 2015”, y estas son sus impresiones.
¿Cuál fue vuestro primer contacto o acercamiento a la aviación?
Samuel: Mis primeros contactos con esta apasionante adicción al vuelo fue cuando tenía 14 o 15 años, en el fundo de mi familia se desató una plaga de orugas que se devoraban el cultivo de trigo, y por aquellos años llegaron a nuestra zona aviones agrícolas a rociar insecticida sobre los sembradíos. La mayoría de esas máquinas voladoras eran Pipers PA-11 de los años 40 modificados para tal fin; fue allí donde descubrí mi interés y mi pasión por el vuelo.
Nicolás: No tengo en mi memoria el momento exacto en el cual conocí el mundo de la aviación por primera vez, debido a que mi padre también es Piloto y ya desde muy chico me llevaba al Aeroclub de Bahía Blanca, ciudad en la cual me crie, primero para sentarme en la cabina y jugar con los controles de vuelo (Foto izquierda). Hasta que después un poco más de grande ya si comenzar a volar con él y con mi hoy amigo y compañero de aventuras Samuel. Se puede decir que me crie en el aeroclub con junto con los aviones.
¿Cuántas horas de vuelo tienen cada uno de ustedes? ¿Cuántas en Cessna 140?
Samuel: Luego de andar con los pilotos aeroaplicadores limpiando sus naves y cumpliendo muchas veces con el rol de banderillero (persona que porta una bandera con un mástil en sus manos y mide 25 trancos que es el ancho de una pasada de aquellos aviones) y luego de caminar todo el día por los fundos me llevaban a volar y teniendo en cuenta mi entusiasmo terminaron enseñándome a pilotar. En el año 1980 obtuve mi licencia de piloto privado de avión en un flamante Tomahawk. Desde ese momento no deje nunca de volar, siempre como deporte y nunca como una profesión. Hoy tengo más de 2000 horas en la bitácora de las cuales alrededor de 700 son en mi C-140.
Nicolás: Luego de recibirme de Piloto Comercial conseguí mi primer trabajo en la aeronáutica que fue volar un bello PA-11 por toda la argentina el cual estaba equipado con un sistema de parlantes para realizar la propaganda a distintos circos y parques de diversiones. Este trabajo fue el que me brindó la posibilidad de obtener más de 1000 horas de vuelo al día de hoy y obtener la licencia de Piloto Comercial de Primera Clase e Instructor de Vuelo. Tengo alrededor de 200 hrs. en el C-140.
¿Cómo se gestó esta travesía a Oshkosh?
Samuel: En mi mente después de leer el libro de Richard Bach «El Don De Volar» hace ya muchos años siempre rondo la idea de salir por el mundo de mochilero en mi avión. Es así que cuando mi hoy compañero de vuelo Nicolás Cambiagno, con el que compartí muchos vuelos a pesar de nuestra diferencia de edad (Nicolás 21 y yo 57), me preguntó si alguna vez había visitado Oshkosh (EE.UU.) y mi respuesta fue no. ¿Y si vamos en El Canario? (mi querido Cessna 140 de 1946) me preguntó nuevamente, ni lo dude y le contesté afirmativamente. Desde ese día de principios de enero de este año (2015) hasta ahora preparamos todo y el 10 de este mes (junio) partimos desde Bahía Blanca, Argentina.
¿Han realizado alguna modificación al Cessna 140, para realizar esta travesía?
El Cessna 140 está prácticamente original de fábrica, a no o ser por su pintura más moderna y algunos otros detalles muy pequeños, lo más importante es que le agregamos un tanque auxiliar de combustible en el maletero lo que nos da una hora más de autonomía, y nos quita espacio para nuestro equipaje que es muy pequeño.
¿Hay algún tramo que consideren más complejo en este vuelo?
Uno de los tramos más complejos de este vuelo ya lo pasamos, este es el cruce de la cordillera en esta época del año donde los vientos, la nieve, las nubes y el frío que pueden contribuir a la formación de hielo, son muy peligrosos para este tipo de aeronaves tan pequeñas. El otro problema meteorológico lo podemos tener en el trópico con la formación de peligrosas tormentas de manera muy rápida.
¿A su regreso tienen pensado realizar la misma ruta?
La idea es volver por los mismos lugares ya que nos va a ser útil la experiencia del vuelo de ida y la familiaridad con las internacionalizaciones de los distintos países. De todos modos sería muy bello poder aprovechar la vuelta para conocer otros paisajes y ciudades, todo depende de cómo nos vaya a la ida.
Para seguir la ruta y sus vivencias les invitamos a que sigan esta travesía aérea en su facebook:
Uniendo las Américas